Buxus sempervirens

Buxus sempervirens, el boj común, es un arbusto o pequeño árbol siempreverde, originario de Europa, donde crece en forma silvestre desde las Islas Británicas hasta la costa del mar Mediterráneo y del mar Caspio. Se utiliza como ornamental en jardinería, y su madera dura y pesada se emplea en ebanistería para tallas delicadas.

Hábitat y cultivo

Crece de forma silvestre en zonas de matas, colinas y otros terrenos secos y rocosos en Europa y Asia menor. Se cultiva con frecuencia como ornamental de jardinería, sobre todo para formar setos. Es de crecimiento muy lento, por lo que rara vez se produce de semilla, prefiriéndose la reproducción por esquejes. También en ambiente natural y silvestre se reproduce por estolones.

Prefiere la media sombra, aunque tolera el sol si cuenta con humedad suficiente. Prefiere suelos bien drenados, ricos, nunca encharcados, ligeramente calizos si no son neutros. Requiere de un invierno fresco, resiste bien las heladas, el viento y la sequía.

De crecimiento muy lento, puede llegar a vivir 600 años. Se da preferentemente sobre terrenos calcáreos de la zona norte y oriental de la península ibérica. Soporta bien las podas y no pierde el follaje en invierno. Puede brotar de cepa después del fuego.

Historia

Desde la época clásica, fue usado en Grecia y Roma para demarcar jardines formando setos. Aún después de la caída del Imperio romano debe haber perdurado su uso, puesto que Alberto Magno documenta en el siglo XIII que en la actual Alemania se conservaban ejemplares a ese efecto, aunque se ignora cuán extensamente. Con Claude Mollet gozó de gran aceptación en los elaborados jardines renacentistas.

La dureza y fino grano de su madera hizo que se utilizara como plancha para grabados e imprentas, así como para instrumentos de viento-madera.​

Madera muy dura y amarillenta, muy pesada. Se usa para mazas de tallista e incluso como sustituto del marfil y del ébano (convenientemente teñido de negro). En ebanistería, se usa para trabajos de torneado y pequeños utensilios caseros, por su estructura homogénea y no fibrosa (cucharas, paletas, etc.). Son arquetípicas las figuras de ajedrez de boj y también cucharas, palas y tenedores culinarios. Las hojas se han usado como sustituto del lúpulo en la fabricación de cerveza. En jardinería para formación de setos.